Después de casi un mes, y de no muy buenas sensaciones que nos dejara el partido contra el Levante tras la remontada del equipo rival, volvía el fútbol al templo zaragocista. Antes del partido se guardó un emotivo minuto de silencio, mención especial para el gran Gerardo Gracia Domingo. Te echaremos de menos. Comenzó atacando el equipo visitante y fruto de ello llegó la primera oportunidad en el primer minuto, contrarrestada por una ocasión de Azón casi al instante, todo un espejismo, a partir de ahí control de la pelota por parte de los centrales y portero del Andorra esperando la presión del conjunto aragonés, bien plantado y no dejando huecos en la salida de balón. Y esperando la oportunidad, llegó la presión de Aguado, robo de balón y el gol de Francho al filo del descanso. El Zorro fue el más listo y ajustó el balón al palo izquierdo de la portería que defendía Dani Martín.

La segunda parte empezó con dominio visitante y con dos buenas ocasiones para el rival desbaratadas por Edgar Badía luciéndose en las estiradas. Parecía que el conjunto andorrano daba un paso hacia adelante, pero…no. Una internada de Francho, incombustible todo el partido, es frenada en falta cerca del borde del área. Lanzamiento magistral de Toni Moya a la cruceta, el rechace lo pelea y lo gana Victor Mollejo, otro que da igual dondelo pongas, siempre cumple con nota, y finalmente la remata de chilena Gámez, buen partido también el suyo.

Poco más hasta el final, una nueva falta puesta por Moya que acabó en gol y tras la revisión se vio que había hasta tres jugadores adelantados. Victoria importante, por la portería a cero, por ganar con solvencia, eso subirá la moral de los jugadores, por los tres puntos y sobre todo por la afición, que necesita alegrías en La Romareda. Mención especial a los trabajadores del club por dejar el estado del terreno de juego en unas perfectas condiciones después de tener que aplazarse el partido un día por el temporal y la nevada caída en Zaragoza.